En esta parte del mundo se inicia ahora lo que se podría llamar el “éxodo vacacional”. Miles de personas salen de sus lugares de residencia habitual para ir a otros espacios, conocidos o desconocidos, con la gran intención de descansar y encontrar momentos de calma, tranquilidad y felicidad.
Viajar para cambiar la rutina, de lo que hemos estado viendo durante casi un año, esos lugares donde se producen todas nuestras rutinas diarias, discusiones, encuentros, desencuentros… en definitiva, nuestra vida, puede ayudar a generar un estado mental diferente, con mayor sensación de amplitud y libertad. En la mayoría de los casos no es suficiente con solo cambiar el lugar y se queda en un pequeño momento fugaz que a los pocos días, o incluso horas, va desapareciendo como un espejismo. A veces, incluso, nuestros estados de estrés y ansiedad se disparan en las vacaciones, estamos intentando dejar atrás todo aquello que nos preocupa para centrarnos solo en el disfrute y en el placer hedonista, pero la mente no se ha quedado atrás como nuestra casa, sigue estando presente con su incesante pensar, preocuparse e imaginar.
El verdadero descanso surge cuando dejamos de buscarlo, de estar consciente en cada momento de todo aquello que estamos viviendo. Soltar el control innecesario y permitirse fluir en todo lo que vaya proponiéndonos cada instante, sin expectativas. Es perfectamente lícito querer disfrutar de nuestros momentos de vacaciones, de nuestras familias, parejas o de la naturaleza, pero si llevamos mucha presión a esa búsqueda de disfrute podemos generar tanto estrés y ansiedad que nuestra intención se convierta en bloqueo y frustración.
El verdadero descanso surge cuando dejamos de buscarlo, cuando dejamos de hacer por completo.
Aquí te propongo algunas acciones que te pueden ayudar a vivir más plenamente tus momentos de descanso:
Dedica tiempo a tu práctica de meditación. Estarás preparando tu mente para estar más presente durante el día y saborear todo aquello que puedas vivir. Cómo nos recuerda el maestro de meditación Jon Kabat-Zinn, “La quietud es una de las condiciones para poder percibir lo que nos rodea, y ser conscientes de cada instante”. Si es complicado encontrar un espacio físico para tu práctica, trata de llevar plena conciencia a las actividades que estás desarrollando: dar un paseo con presencia plena, practicar una escucha más consciente, llevar atención a los detalles del entorno que te rodea o simplemente escuchar los sonidos que te proporciona estar en ese lugar.
El descanso físico es esencial para tu mente. Numerosos estudios han ido mostrando en las últimas décadas la importancia del descanso para nuestra salud mental, la falta de sueño está relacionada con una mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, depresión, problemas de memoria y falta de concentración (Baglioine et. al., 2016). Dedícate las horas de sueño que necesites, aunque eso suponga posponer algún plan o incluso cancelarlo. Si estás buscando un verdadero descanso, tu cuerpo necesita recuperarse y sentir que está siendo cuidado. Ambos, tu cuerpo y tu mente, te lo agradecerán.
Cuida también tu alimentación. Es habitual que hagamos algunos excesos durante nuestras vacaciones, !se abre la veda para el festival de azúcares, alcohol y grasas saturadas! pero si son demasiados puede afectar a nuestra salud y que poco a poco nos vayamos encontrando con mayor malestar físico. ¿Sabías que una dieta alta en azúcares y grasas saturadas influye negativamente en la calidad del sueño, y que una dieta rica en frutas, verduras y grasas saludables influye positivamente? Si llevas más conciencia a tu alimentación, puedes regular esos impulsos y cuidar también la parte interna, eso que no se ve de tu cuerpo.
Reduce los estímulos, y con ello me refiero al uso del móvil, consumo de series, noticias, etc. Cada momento que pases delante de una pantalla estarás estimulando tu mente con imágenes y mensajes que generarán más pensamientos, juicios, proyecciones y preocupaciones. Todos esos estímulos te desconectan de la realidad que está presente a tu alrededor, de su belleza, espontaneidad y frescura. Aprovecha este periodo para llevar a cabo un “descanso digital” y comprobar cómo reacciona tu mente y tu cuerpo a esa desconexión.
Finalmente, lo más desafiante, permítete sorprenderte. Está bien planificar y saber qué quiero hacer, pero también es realmente relajante dejarte sorprender por lo nuevo que puede surgir cada día, el no saber que tal vez ese lugar que está a la vuelta de la esquina puede ser tan especial y maravilloso como aquel al que quieras ir y no te ha dado tiempo porque ha surgido un contratiempo. Aceptar cada momento tal y como es te libera de la tiranía del tiempo, de la perfección y de las expectativas.
Realmente todas estas acciones, juntas o por separado, las puedes practicar en cualquier momento de tu vida, y hacer que cada día pueda ser un día de vacaciones para tu cuerpo y para tu mente. El verdadero descanso se encuentra en vivir el presente sin expectativas. ¿Por qué no empezar ahora?
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Baglioni, C., Nanovska, S., Regen, W., Spiegelhalder, K., Feige, B., Nissen, C., ... & Riemann, D. (2016). Sleep and mental disorders: A meta-analysis of polysomnographic research. Psychological bulletin, 142(9), 969